miércoles, 24 de enero de 2018

El análisis existencial para el desarrollo moral de la familia.



El hombre en busca de sentido. El Psiquiatra austriaco logró sobrevivir convencido de que tenía una misión importante, fundamentando luego que todos tenemos una.

El trabajo del neurólogo y psiquiatra austriaco Viktor Frankl, es uno de los más importantes paradigmas interesados en la profundidad del pensamiento humano. Parte de un fundamento filosófico antropológico en cuanto el hombre así lo exige. Los que han tenido la oportunidad de conocer su obra escrita reconocen de inmediato el valor de los principios que se esmera en profesar; Frankl se centra en la existencia, con la certeza de que todo individuo puede encontrar un fin, una razón para vivir, a pesar de estar inmerso en condiciones infrahumanas.

Como no hacerlo, si vivió en carne propia la barbarie político-militar de la II Guerra Mundial morando en el lugar menos privilegiado de una estructura social-artificial inhumana; donde fue arrojado a barracas o corrales; alimentado con pan y caldos cuando las circunstancias eran favorables; usando ropa y calzado inservibles para protegerse del frío; y conviviendo con enfermedades que se disputaban las listas de desdichados elegidos para las duchas de gas.

Cuantos han vivido situaciones penosas, quizá traumáticas, que han marcado su forma de pensar y de actuar, llevando a sugerir que la vida no tiene ningún sentido porque está llena de dolor y sufrimiento. A pesar de esta realidad, muchos han podido superar esta percepción de su existencia logrando desechar condiciones insanas de forma absoluta. Actualmente tenemos herramientas psicológicas con las que podemos revertir estados críticos, mejorando notablemente y permitiéndonos seguir en el camino de vida. La escuela fundada por Viktor Frankl, «La Logoterapia», a partir del llamado «Análisis Existencial», ha aportado sobremanera en el trabajo psicológico actual dirigido a esta problemática. Es necesario citar que a diferencia de la escuela freudiana, donde el impulso prima y supone la existencia de una «voluntad de placer», y la «voluntad de poder» fundamentada por el excepcional Adler; Frankl defendió la «voluntad de sentido» como principio de su teoría.

Hoy, gracias a los avances respecto al estudio psicológico del hombre, podemos determinar procesos más allá de algo llamado “voluntad”; o mejor dicho, elementos y procesos objetivos y concretos que llevarían a prescindir de este término. No es mi intención hacer una crítica respecto a lo que es «voluntad»; sería mejor dejarlo en el campo filosófico o pedagógico por resultar prácticamente impreciso dentro de la objetividad en psicología; sin embargo, ya que el trabajo de Frankl oscila entre la psicología y la filosofía y es pieza clave en su fundamento, entonces, sí debemos tomarla en cuenta.

¿A que se refiere con voluntad de sentido? El análisis existencial vislumbra al ser humano interactuando en tres niveles: físico, psíquico y noético; que al mismo tiempo es una sola unidad. Este último, parte en realidad de un término alemán que no tiene una traducción precisa. La palabra noética utilizada sería el nivel «espiritual» del ser humano. En su libro El hombre en busca de sentido, donde narra las experiencias en diferentes campos de concentración, nos da cuenta de una fuerza que lo lleva a sobrevivir, donde incluye al amor y la visión de un fin a llevar a cabo más allá de su condición de prisionero. A pesar de toda la desdicha vivida, y a pesar de haber perdido a su esposa y a sus padres en estos campos nefastos, encontró una fuerza que lo aferró a la vida. Para Frankl esta voluntad de sentido está presente en todo ser humano y nuestro trabajo es encontrar este motivo, el motivo de nuestra existencia. Su visión humanista es realmente conmovedora y motivadora.

Actualmente la escuela de Viktor Frankl ha sido enriquecida con aportes que permiten su aplicación en distintos ámbitos y necesidades. Pueden informarse al respecto en sus páginas oficiales, o participar de sus cursos y formación que imparten alrededor del mundo. El análisis existencial es muy valioso al elaborar estrategias, no solo en el campo psicoterapéutico, sino en el psicoeducativo, específicamente en el campo del desarrollo moral.


¿Qué hacer cuando es inevitable el sufrimiento? ¿Es posible que encontremos una fuente de sentido aquí cuando psicológicamente se han anulado los recursos? No debemos justificar el sufrimiento de nadie, por ningún motivo; e Ignorar o ser indiferentes al sufrimiento de otros seres humanos nos hace cómplices, en el plano moral, del agresor.


La familia, como eje fundamental de la sociedad, ha soportado el peso del cambio social a lo largo del tiempo, y quizá haya permanecido en pie, pero, sin duda, su estructura necesita ser fortificada, especialmente en el aspecto moral. Los padres necesitan de información para su desarrollo personal y pautas de crianza perdurables para sus hijos. Los principios de Viktor Frankl están a disposición para esta tarea.

Anoto brevemente algunos principios basados en el abecedario para la educación desde la Logoterapia, adaptado y dirigido al desarrollo del dominio moral de la familia:

A.

En principio, la perspectiva humanista que desarrolla el análisis existencial coincide, obviamente, con otras escuelas donde el potencial del individuo determina su desarrollo. Entonces, no debe verse a nadie como enfermo o escaso (menos a nosotros mismos), sino con posibilidades de ser íntegro y moral; porque negarlo llevaría a sobreprotegerlo o a justificar sus actos ocasionando que no se responsabilice de las consecuencias.

B.

El hombre tiene la facultad de ser. Podemos decir que es posible ubicarnos en el más alto estadio del desarrollo moral, porque puedo llegar a ser, dejando lo que soy ahora, este «ya no soy» quedará en el pasado a partir de este momento.

C.

Creemos lo que somos consolidándolo con autodeterminaciones. Al decirnos «así soy yo», «siempre seré lo que soy», «así es mi vida y tengo que aceptarla»,… anulamos nuestra libertad como seres humanos. Y si lo hacemos con lo demás, anulamos también su libertad.

D.

Educamos para que sean responsables. En especial los adolescentes deben de asumir las consecuencias luego de los actos, más aún que solo decir la verdad.

E.

Reforcemos nuestras habilidades, no las descuidemos. Es importante no dañar la autoestima, por lo tanto descartemos el tratar de desarrollar habilidades recurriendo a retos (como muchas veces lo hacemos con nuestros hijos), porque su desarrollo comprende un proceso acorde a su personalidad y otras características. Tenemos que respetarlas.

F.

El mundo no es el que queremos para nosotros, y menos para nuestros hijos. Debemos tener en cuenta la siguiente cuestión: ¿Criamos personas para que se adapten a la sociedad o criamos personas que cambien el mundo e ir en contra de lo establecido? La idea es crear siempre un ambiente de reflexión que le permita desarrollar sus propias ideas; una vida propia para el futuro pero armoniosa y respetuosa de la diversidad.

G.

Cada persona es una personalidad, y el niño y adolescente una en desarrollo. Cuidemos su salud íntegra para un fin, que se llene de energía para que encuentre su esencia y sentido. Que se llene de salud para existir.

H.

Buscar los contenidos significativos de todo lo que nos pasa y les pasa a nuestros hijos, a nuestra familia. Aprendamos y enseñemos a reflexionar, porque hay muchas posibilidades de aprendizaje.

I.

Aprendamos a ser tolerantes respecto a nuestras frustraciones, no podemos tener todo lo que queremos, y enseñemos a nuestros hijos que no son los dueños del mundo.

J.

La formación, los valores de casa, y las tradiciones son importantes para todos los miembros, para la unión y para nuestra identidad como familia. No obstante se debe ir descartando todo costumbre que perjudique y dañe a los miembros.

K.

Las normas escolares y las de los diferentes grupos sociales son importantes para la formación de nuestros hijos y es imprescindible que ayudemos a todos los miembros en la integración de ellas.

L.

No olvidemos el cuidado y el respeto del medio ambiente. Tiene mucho que ver con la equidad generacional; debemos de tratar de dejar un mundo mejor para las próximas generaciones.

M.

Educarnos y educar sobre los beneficios y peligros de los medios de comunicación, del internet, de la publicidad, del mecanismo consumista; ya que es posible que surja dependencia y a la vez frustración.

N.

La globalización e información ataca directamente a lo tradicional, a la perdida de la identidad, a la pérdida de las tradiciones que por siglos forjaron nuestros antepasados, nos equivocamos al tratar de imitar culturas ajenas. Es recomendable, en todo caso, ir buscando, naturalmente, lo que deseamos sin perder nuestra identidad.

O.

Fomentar nuestro desarrollo y el de nuestros hijos, descartando las drogas, el alcohol y otras sustancias. Debemos ser nosotros mismos y nuestra estructura psicofisiológica sin otro estímulo que el de la motivación.

P.

Construyamos una conciencia crítica, es lo que nos mantendrá libres de otros criterios de acondicionamiento, como el placer y poder.

Q.

El desarrollo de la voluntad de sentido, sentido de vida (base fundamental de Frankl). A partir de allí se añade lo que compete al placer y al poder. No al revés.

R.

El tiempo objetivo es el del reloj, este pasa; el tiempo subjetivo es el de la vivencia, que es eterno, metafóricamente hablado. Elige el tiempo donde desees vivir aun sabiendo que la vida es una sola.

S.

No se busca el sufrimiento, pero cuando es inevitable debemos estar preparados para aprender de él y no ser víctimas. Aquí podemos encontrar la fuente más alta de sentido de vida, pero no se debe sufrir para hallar sentido en la vida. Ni tampoco obsesionarse en tratar de evitarlo.

T.

El altruismo y la autotrascendencia es fundamental. Quiere decir que salgamos a buscar, que vayamos al encuentro con el otro, para aprender y sensibilizarnos.

U.

Desarrollar valores. No obstante, no se pueden aprender de forma racional, o estudiándolos, sino viviéndolos, experimentándolos, practicándolos. Recordemos que la gran mayoría de los valores impuestos se manejan bajo muchos prejuicios.

V.

Modelemos los valores, demos el ejemplo a nuestros hijos. En la escuela y en la casa tratemos de practicar la democracia.

W.

Vivimos en una sociedad creyente de Dios por tanto los niños deben estar inmersos en ideales positivos que posibiliten su desarrollo moral evolutivo y puedan enfrentar sus dificultades, y la creencia en Dios es uno de ellos. Más adelante tendrán la posibilidad y libertad de elección.

X.

Los desvalores y sinsentidos es parte de nuestra vida cotidiana adulta. Cuidemos de no contagiar posiciones negativas propias de esta realidad adulta a los niños.

Y.

La vida es sentido. Aprender a pensar y decir: Sí a la vida… a pesar de esto o aquello. La vida no puede carecer de sentido, la vida es sentido.

Z.

En el mundo de actitud, o sea, de nuestras capacidades, habilidades, características, formas de afrontar etc, de cómo tomemos la vida, cada uno será, y también nuestros hijos, escritor y protagonista de su propia historia.


Giovanni Battista Torriglia (1858 – 1937), representó vivamente escenas de familias campesinas italianas. Las imágenes acogedoras y de gran afectuosidad son representaciones de un estilo familiar particular. ¿Es posible representar esta imagen hoy?

El análisis existencial, quizá no tenga la amplitud pública que poseen otras escuelas dentro de la psicología, no obstante su riqueza para el abordaje es indiscutible, porque nos apresta a descubrir ese tan preciado motivo o fin que necesitamos para nuestra existencia. Sin duda, la carencia de este sentido nos lleva al fracaso humano, no podríamos descartar elementos que interrumpen o arruinan la convivencia sana con nuestro entorno. Y es lo que sucede, por eso existe la explotación, el trato deshumanizado justificado por objetivos materiales, la delincuencia,…; y principalmente, dentro del núcleo familiar: la violencia, el abandono, la negligencia, etc. Porque la falta de voluntad de sentido, y más, el aferrarse al poder y al placer, oscurece la adherencia de sus miembros, priva al seno doméstico de todo lo necesario para su bienestar, cuidado y desarrollo.

Los principios del análisis existencial y la Logoterapia de Viktor Frankl, aplicado al trabajo psicoeducativo familiar, posibilita a alumnos, padres de familia y docentes a actuar bajo una perspectiva distinta, llevándolos más allá de la funcionalidad de sus labores; además, los compromete con ideales de moralidad que fluyen naturalmente del individuo a la familia y de la familia a la sociedad. Nosotros la incluimos convenientemente en nuestras charlas, escuelas de padres e intervenciones psicoeductivas. Aprovechemos herramientas como esta para hacer de nuestra familia un árbol fuerte, de raíces sólidas y con abundantes frutos. Puede usted aprovechar estos principios básicos.


Luis Enrique Olaya Céspedes – Psicología del desarrollo de la moral.


Fuentes:
  • El Abecedario de la Logoterapia para la educación. Página oficial Logoterapia para américa latina.
  • El hombre en busca de sentido - Viktor Frankl.
  • Psicología del desarrollo moral - Material para escuela de padres de Programas Psicoeduca.
  • De Freud a Frankl: El nacimiento de la Logoterapia - Eugenio Fizzotti.

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