viernes, 4 de noviembre de 2016

Sobre literatura, psicología y moral




La novela psicológica (realismo psicológico) permanece en nuestra historia literaria de manera sólida y atrayente, y es innegablemente necesaria. Nos permite encontrarnos de frente con situaciones y personajes de ficción muy cercanos a la realidad; es obvio, por cuanto esta ficción parte de la observación profunda de otros individuos. El autor exhuma su propia psicología en un trabajo del que ningún «ejecutor» del género ha podido escapar, entregándonos envueltos en complejas emociones obras realmente perdurables.

El mismo Fiódor Dostoyesvski proyecta su adversa vivencia real a sus obras, causando, en efecto, lo que ya conocemos: Una descripción gráfica de los estados emocionales, del pensamiento y acciones que los personajes ejecutan. La característica principal que la diferencia de otros géneros es que el contexto pasa a segundo plano, pero este no es menos importante.


Fiódor Dostoyesvski es quizá para muchos el más importante representante
de la novela psicológica. Su vida llena de vicisitudes marcó su manera
de ver la realidad, reflejándose claramente en su obra.

La novela psicológica ha influenciado a la narrativa psicoterapéutica, promoviendo elementos y estrategias sutiles dentro de sus párrafos bajo historias reales o ficticias con las cuales el lector puede identificarse. Además, es recomendable hacer una selección minuciosa de lo que podamos leer y que nos conecte con una realidad objetiva lejos de falsas expectativas o situaciones mágicas, que gracias al marketing y medios creeremos cambiará el rumbo de nuestras vidas. Sugiero la lectura de grandes clásicos: Cervantes, Erasmo de Rotterdam, Dostoyesvski, Camus,… Pérez Galdós, etc; la lectura de ensayos sobre psicología y filosofía, y literatura de corte psicoeducativo.

Podemos considerar que la literatura tiene una fuerte influencia sobre el desarrollo moral según el contexto y el entorno. En los niños es imprescindible porque completa la acción pedagógica en la escuela. Se plantea como ejecutora porque está ligada netamente a la conducta, y dirigida adecuadamente tiene un gran poder sensibilizador, de tal manera que podemos desarrollar la empatía con otros individuos y/o situaciones adversas, en otras palabras humanizarnos. Al tener una lectura comprometida nos integramos emocionalmente con el autor, y responderemos cognitiva y emocionalmente, acorde a la etapa de desarrollo en la que nos encontramos. Los contenidos de muchos textos pueden ser aprovechados gracias a nuestro proceso natural de aprendizaje. Es válido entonces conjugar la fortaleza cognitiva y emocional dirigida a la acción; y desde luego es importante como elemento de grandeza creativa y cultural.

La novela psicológica o de realismo psicológico debe estar en nuestra agenda rutinaria de manera obligatoria por la riqueza de su realismo, que sin duda se acercará a nuestra propia realidad psicológica.

Luis Enrique Olaya Céspedes.


Psicología Clínica – Educativa



sábado, 6 de agosto de 2016

La familia y el desarrollo moral



Indudablemente cada familia tiene sus características, tiempo, contexto, componentes,… Ana Frank y su familia tuvieron que vivir una de las peores atrocidades de la humanidad.


Hace una semana cerramos un proceso de evaluación en una institución educativa al sur de la capital. El proceso cumplió las expectativas ampliamente acercándonos a la situación familiar de cada niño y su problemática, donde pudimos, también, abordar dificultades inmediatas por medio de técnicas de terapia breve, psicoeducación, consejería y orientación.

Uno de los instrumentos de evaluación utilizados fue la Escala del Clima Social Familiar (FES). Este instrumento nos ha permitido obtener información relevante y problemática que parte, en su mayoría, de la inadecuada interrelación familiar, que sin duda es uno de los más graves problemas psicosociales en todo el mundo. No es posible negar la gran importancia de la familia (institución) representada como la unidad básica de toda sociedad. Cumple un rol decisivo en la formación del niño, adolescente y del joven adulto porque es prioritaria, e involucra también al cuidado del adulto mayor, muchas veces en abandono. Freedman (1980) señaló: “La interacción dinámica desarrollada en la familia, junto a una serie de elementos estructurales que la condicionan, son los portadores de un clima que contribuye al desarrollo de sus miembros”.

La educación, la alimentación, la salud y vestido son primordiales en esta tarea; y el conocimiento, la supervisión o control adecuado de la conducta y de los acontecimientos de cada uno de los integrantes no se excluyen de esta función. De acuerdo al FES de Moos, podemos considerar tres dimensiones fundamentales que parten de las relaciones interpersonales entre los miembros, los aspectos desarrollados, en proceso o nulos y finalmente su estructura básica. Las incluyo aquí para tener una visión general, comprometiéndome a analizarlas detenidamente en las próximas semanas.

Dimensión de relaciones: Donde podemos ubicar el grado de comunicación, libre expresión e interacción conflictiva que caracteriza a la familia (cohesión, expresividad y conflicto).

Dimensión de desarrollo: Se ubican los procesos de desarrollo personal que se fomentan o no en la convivencia familiar (autonomía, actuación; aspectos como el intelectual-cultural o el social-recreativo, y finalmente la moralidad, considerando el tipo de religiosidad según la creencia familiar).

Dimensión de estabilidad: Ubicamos a la estructura y organización de la familia, y el grado de control que ejercen unos miembros sobre otros (organización; planificación de las actividades y responsabilidades de cada miembro y la familia en sí, y control; donde se ubican las reglas y procedimientos establecidos).


Muchas veces la familia feliz se convierte solo en un ideal,
la realidad es más compleja y muchos de los problemas psicosociales
parten de un clima familiar inestable.

Entendemos así la gran tarea de la familia y sus muchos aspectos aquí brevemente citados, e igualmente nuestro rol dentro de ella, pero que muchas veces no perpetramos o lamentablemente no consideramos importantes. Este entendimiento es parte de nuestro desarrollo psicológico moral. Cada dimensión en concreto, consecuencia de la interacción, aspectos y estructura, están integradas al mismo tiempo por elementos individuales que componen a la familia; rasgos de personalidad y carácter, respuestas emocionales a estímulos, etapas de desarrollo cognitivos de acuerdo a las edades, respuestas conductuales,…

Pero no nos compliquemos, la dificultad del abordaje por las extensas características que las familias poseen y más respecto a su moral, recae sobre nuestra profesión y el trabajo psicoterapéutico; pero desde nuestro enfoque psicoeducativo podemos todos, sin excepción, utilizar herramientas que permiten el desarrollo de estos grupos de interacción. Podemos destacar que mucha de estas tareas y criterios fueron plasmados por pensadores imperecederos en diferentes etapas de nuestro desarrollo histórico y social. Podemos tomar en cuenta por ejemplo las “máximas universales” que dictan nuestra dirección y que a ciencia cierta parten de nuestra condición psicológica (biopsicosocial – cultural) como seres humanos. Algunas estrategias que encontramos en la segunda parte del libro sobre psicología moral, parten de estos criterios lógicos, y al mismo tiempo concretos y de fácil aplicación.

Ahora, resultaría factible partir del pensamiento de David Hume porque seguimos abordando la sensibilidad moral (componente primordial en el desarrollo moral familiar); puesto que afirma: “El sentimiento moral,…, y no la razón, constituyen la competencia moral fundamental, portadora de ilustración y de civilización”. Sin embargo si articulamos sobre “máximas universales” la razón de Immanuel Kant siempre estará presente, aunque nos aleje un poco de la importancia de las “consecuencias”.


Königsberg. Kant el primer representante del critisismo, y en mérito
precursor del idealismo alemán.

Kant nos expuso su riguroso y austero, pero al mismo tiempo grandioso pensamiento desde su vida académica y “solitaria” en Königsberg. El Imperativo hipotético que Kant conceptualizó es una orden (imperativo), en el que implícitamente, existe una gama de condiciones que acompañan a este mandato, condiciones que van asociadas a esta orden. Por ejemplo: “No tomes licor”. Percibimos que hay muchas asociaciones como: “si no quieres derrochar el dinero”, “si no quieres crear malestar a tu familia”, “si no quieres perjudicar tu salud”. Naturalmente si no hay preocupación, o existe poco interés por no perder dinero valioso para la familia, crear molestias o perjudicar la salud, la orden inicial no tiene ningún valor, no se está obligado a cumplir. Pero con un imperativo categórico, no existen condiciones adicionales, ni de naturaleza implícita ni explícita, es un deber absoluto e incondicional: “no mates”, “no mientas”… pero esto va más allá.

Tras cada acción, subyace una “máxima” (regla de conducta). Resulta factible de asumirlo psicológicamente; primero, porque implica a la autonomía, dado que es un estadio mayor en el desarrollo cognitivo evolutivo del individuo; y segundo, porque sugiere un proceso cognitivo superior de razonamiento moral. Kant vislumbró al pasar de un dominio lógico a un contenido moral concreto. La segunda formulación del imperativo categórico es: “Actúa de tal modo que nunca trates a la humanidad, en tu persona o en la persona de otro, como un simple medio, sino siempre también como un fin.”

Más Interesante aún si comprendemos su ampliación hacia la acción de nuestros semejantes: “Tratar a los demás como un simple medio para propiciar los propios intereses degrada o destruye su capacidad de actuar.” Lo que resulta como el reconocimiento de derechos básicos que pertenecen a los otros, y que son imposibles de negar.

El clima familiar es un factor superior en la salud y en el desarrollo multifactorial de los niños, adolescentes y todos sus miembros en general; la interacción familiar influye dentro y fuera hacia sistemas más amplios, como el económico, político, social entre otros. La moral constituye un elemento fundamental en la creación de sociedades maduras, a partir de las familias y al mismo tiempo a partir del individuo. El desarrollo de programas psicoeducativos nos lleva a analizar diferentes pensamientos filosóficos, artísticos, científicos, culturales, etc., desde la psicología, de tal manera que podamos abordar situaciones problemáticas con objetividad y pluralidad. Y principalmente, que estos programas puedan llegar a las manos del individuo y de las familias que indudablemente las necesitan. Todas estas estrategias y programas acompañan al fundamento teórico del libro sobre Desarrollo Moral en proceso de edición.

Luis Enrique Olaya Céspedes


Psicología del desarrollo moral.

jueves, 7 de julio de 2016

Sensibilidad moral y el pensamiento de Günther Anders



Recordemos a Günther Anders, porque dentro del estudio psicológico de la sensibilidad moral, no solo es importante dar a conocer los fundamentos que nuestras escuelas de formación, la carrera y lo que la experiencia misma nos ha enseñado. Es recomendable reconocerlo desde distintos campos de estudio para ampliar nuestro horizonte. En este caso porque el producto llamado pensamiento filosófico es un elemento imprescindible para clarificar puntos de partida para la psicoeducación, y más aún si germinan de filósofos como Günther Anders y su visión fenomenológica de la realidad, donde nos convence de prestar atención a los acontecimientos en el momento en que se desarrollan.

¿Por qué citar su filosofía dentro de la sensibilidad moral?, por el uso innegable de las emociones y de nuestra imaginación. Dice Anders: “La magnitud de los efectos de nuestra acción excede con mucho nuestras facultades psíquicas, en concreto nuestra imaginación, incluyendo el sentir y la responsabilidad”. Psicológicamente lo expresamos de la siguiente manera: La limitación de nuestros procesos corticales superiores de representación abstracta llamada imaginación y la limitada respuesta emocional a estímulos, llámese sensibilidad hacia los hechos, nos impide registrar responsablemente la realidad; o sea, limitando la reflexión, gestión, orientación, análisis y principalmente tomar en cuenta las consecuencias de los actos.

Procuremos unas cuantas líneas inteligibles a este importante académico de origen polaco.


Günther Anders, cuyo  nombre fue Günther Stern. 
Adoptó el seudónimo por sugerencia del editor de la revista cultura 
de la Bolsa berlinesa, poco tiempo antes de la llega del poder nazi.

Tres naves aéreas se dirigen hacia la zona establecida dentro del plan de acción bélica coordinada por el comité científico-militar en el Laboratorio Nacional de los Álamos. Es el 6 de agosto del año 1945. La carga de uno de los aparatos aéreos es trascendental porque demostrará al enemigo y al mundo su amplia superioridad beligerante. El piloto que acompaña esta misión es el experimentado Claude Eatherly de la fuerza aérea norteamericana, quien con una de sus manos tantea los mecanismos de medición que utilizó desde su nave auxiliar antes que su compañero del B-29 concrete la acción definitiva. Se siente ansioso, pero está muy lejos de concebir a ciencia cierta cuales son y serán las consecuencias de la misión que le encomendaron. Esta circunstancia marcará al mundo llenándolo de terror y de profundo pánico por mucho tiempo y lo hará hasta pasados nuestros días. Es el conocido “piloto de Hiroshima”, y nombre de uno de los principales libros de Günther Anders.

El criminal nazi Adolf Eichmann es sentenciado y luego ejecutado en 1962 en Israel, después de una larga búsqueda, de evasión y vergonzoso abrigo por parte de un gobierno sudamericano. Sus actos Inhumanos, su convicción y en suma su personalidad coincide con la crudeza de sus compañeros de élite, seguidores y admiradores de Hitler. Es el responsable directo de la llamada “solución final” del que unos seis millones de personas fueron aniquiladas, cifra que es parte de un número general aproximado a 20 millones de personas asesinadas en todo el régimen nazi.

Eatherly se responsabilizó solo del acto en el que participó, y Eichmann dijo solo ser una pieza más de esa máquina (de aniquilación). Estos casos son paradigmáticos y que al analizarlos insinúan lo siguiente: el sistema técnico, maquinal, tecnológico,… no responsabiliza al hombre. En el caso del piloto, haberse responsabilizado por el acto en el que participó solo avala el proceso en el que estaba inmerso, siendo una ejecución sin crítica; sin inconformismo, sin autonomía, que nos es imposible de aceptar y menos consentir en ambos casos. El aparato técnico implica una estructura y también una lógica funcional que limita la imaginación y la responsabilidad, pero que naturalmente no los limpia de su culpa frente al mundo.


"El piloto de Hiroshima", obra imprescindible de Günther Anders

Ellos son claves para el desarrollo del pensamiento de Günther Anders, como la Primera Guerra Mundial, el nazismo de los años 30, Hitler, los campos de concentración; específicamente Auschwitz, y las destrucciones a Hiroshima y Nagasaki. El análisis que lleva al diagnóstico situacional es amplio, y lo podremos leer en su totalidad en el libro sobre desarrollo moral impreso y electrónico pronto en el mercado. Resaltemos aquí a Hiroshima, porque como él refiere, “desde ese día somos totalmente impotentes”. Este momento representa incertidumbre y probablemente la dirección hacia un proceso autodestructivo, y bajo este modelo determina lo obsoleto del individuo con relación al nivel de perfección de sus propios productos. Lo llamaremos hoy poder tecnológico, que es estudiado concretamente en su llamada “filosofía de la ocasión” [Gelegenheitsphilosophie], donde el objeto es la “ocasión-situación” del acontecer del ser humano.

No es necesario ahondar en sus recursos epistemológicos y principios metódicos, pero sí tratar de extraerlos como elementos psicológicos para identificar su práctica. Cómo la exageración como método, ya que al sobredimensionar los fenómenos para exponer los efectos que pueden ser catastróficos, podemos anticiparnos a ellos de alguna manera. Se recurre a esta idea porque la posibilidad de la repetición de lo horrendo está aún presente día a día, y es más, está ocurriendo. El miedo como forma de aproximación al producto o resultado técnico de forma cuantitativa, y como componente emocional para no ser solo espectadores pasivos, nos permite visualizar los peligros y amenazas, pues, como él dice: no queremos ver, no podemos ver, o no nos es permitido ver.

Y la imaginación, como punto principal del post, que a diferencia de ser un potencial creativo, y como elemento esencial en la producción artística del individuo creador, no es actualmente una facultad desbordante, hablando en términos generales y desde el punto de vista de Anders. Porque hay una desproporción existente, un desnivel que amerita una educación de la imaginación moral. ¿En qué sentido?, en la búsqueda de elasticidad imaginativa, para despertar la sensibilidad sobre la naturaleza de nuestros propios productos, y las catástrofes que podemos provocar. Definitivamente necesarios para comprender la desigualdad entre hombre y producto.

Esta imaginación nos llevará a la sensibilidad moral, nos hará comprender el aparato, y nos conducirá a hacerlo efectivo y real conductualmente, desde nuestras emociones, sentimientos y desde luego desde nuestra cognición. Lo preocupante es la no imaginación, no poder representarnos lo que es posible y menos poder anticiparnos.

La tecnología nos ha facilitado en gran medida el dinamismo en nuestra vida cotidiana, visto desde un plano superficial, es factible. Pero el trasfondo real, analizando con criterio, sí que es de temer y no solo en el campo bélico sino en todo lo producido tecnológicamente. Coincidiendo con el pensamiento de Günther Anders, este "desarrollo" nos amenaza cada vez más con poder y violencia. Lo expone en sus tesis fundamentales: "El hombre no está a la altura de sus productos (de la perfección que estos poseen); el hombre produce más de lo que puede imaginarse y más aún responsabilizarse, y que erróneamente piensa puede hacer todo lo que es capaz de producir y lo que es peor, debe hacerlo". La tecnología en sí, sus procesos, sus métodos,… todo esto se escapa de las manos del individuo y este se convierte en su subordinado.


La Obediencia. Obra teatral basada en la correspondencia entre Anders 
y el llamado piloto de Hiroshima. Uno de los dramas que reflexiona sobre la responsabilidad y la culpa. La obediencia y sus consecuencias.

Los aspectos emocionales que Günther Anders ha tomado en cuenta en sus métodos, son factibles en el trabajo psicológico. La sobredimensión de los avances técnicos, como el desarrollo de bases nucleares, la experimentación del ADN, la tecnología bélica, hablando a escalas mayores, nos harían comprender un posible peligro. El miedo como respuesta emocional a acciones, métodos, mecanismos, procesos peligrosos, conductas a partir de instrumentos tecnológicos, como por ejemplo; sobre la información irresponsable y enfermiza en internet que va directamente a los niños y adolescentes, nos mantendrán presentes frente al peligro y podremos reconocerlo. Y la imaginación que despertará y harán una conexión emocional importante, permitiéndonos la capacidad de sentir y humanizarnos frente a situaciones en las que muchas veces estamos o nos consideramos lejanos. Todas estas realidades emocionales son indispensables para el estímulo e incremento de nuestra sensibilidad moral en cada una de las situaciones dónde el individuo resulta afectado.

¿Debemos entonces seguir pasivos o asumir la realidad lo más concretamente posible, para disminuir los riesgos a nuestro alrededor? Recomiendo plenamente la lectura del pensamiento fenomenológico de Günther Anders y por su puesto su enlace con la psicología y la psicoeducación siempre presentes en estos post.

Luis Enrique Olaya Céspedes

Psicología del desarrollo moral.





viernes, 24 de junio de 2016

Sensibilidad moral a partir del arte y la creatividad


“El arte no reproduce lo visible. Lo hace visible” (Paul Klee).

El arte es la expresión más pura de la sensibilidad humana. Es parte de nuestro proceso evolutivo y desarrollo como seres biosicosociales y culturales. El arte está manifestado en todos los rincones del mundo creando, representando y descubriendo, al mismo tiempo, distintas realidades. Las emociones, como ya sabemos, "son  reacciones psicofisiológicas que implican modos de adaptación a estímulos del individuo al percibir un objeto, persona, lugar, acontecimiento o recuerdo". Es posible la educación de nuestras emociones, como lo dicen los estudiosos de la inteligencia emocional: "contribuye a aumentar la competencia social mediante la empatía y el control emocional, incrementando la sensación de eficacia en las acciones que se emprenden".



En el post anterior, empleamos un fragmento de la unidad dos del ensayo dedicado al arte marginal. Comprendimos su necesidad como excusa para profundizar en la educación de la sensibilidad moral, porque el arte (académica o la llamada marginal) es un medio para conocernos, para reencontrarnos y para expresarnos. Es indiscutiblemente una herramienta psicoterapéutica necesaria para gestionar procesos emocionales y cognitivos, y permite psicoeducarse en una realidad distinta de forma gradual y consistente, donde situaciones, contextos, procedimientos y otros en el que están involucrados otros seres humanos sean fuente de sensibilidad y, efectivamente, del desarrollo de la sensibilidad moral.

Nuestro compromiso con estas “divisiones” del arte y con el arte académico se justifican por este motivo, y porque sus manifestaciones como la literatura, pintura, música, teatro, etc., son obra de un individuo o grupo, artistas o no, que encuentra en esta actividad la expresión de su sensibilidad como respuesta a estímulos, y que luego se manifestarán conductualmente y materializarán como producto cultural.

Al seguir con el tema de la sensibilidad en este post, no puedo permitirme obviar a una excelente artista holandesa mezzosoprano, que me llenó de emoción desde el primer segundo de haberla escuchado, llamada Xenia Meijer. Desde su actividad lírica ha conseguido conectarnos emocionalmente con su interpretación, exacerbando de esta manera nuestra sensibilidad, pero en especial en la ópera "Dido y Eneas" de Henry Purcell. Creo necesario alzar el vuelo desde esta pieza alegórica trágica, que sin duda alguna es para muchos críticos la expresión más importante de la música barroca inglesa. La fuente de su inspiración fue el poeta Virgilio y el libro IV de la Eneida, el amor entre "Eneas" el troyano refugiado y la reina de Cartago "Dido". Él, influenciado decide refundar Troya y alejarse, que, luego, ni su decisión de quedarse evitará la tragedia consecuente.


Xenia Meijer, realiza quizá la interpretación más emocional
y sorprendente de la obra de Henry Purcell, El lamento de Dido,

"When I am laid in earth".

Henry Purcell, no solo capta la sensibilidad de la obra literaria original, rescata lo que históricamente un lugar, una cultura necesita y su moral consensa. Y lo más importante, encuentra dentro de su proceso de creación ligado a su insondable sensibilidad, un resultado que lo obliga a concretar una maravilla humana y entregarla al mundo. Es el acto III, "El lamento de Dido" o "When I am laid in earth" la pieza más popular. Concluye con la muerte de la reina en medio de un sufrimiento pocas veces conseguido por un artista y que la mezzosoprano interpreta de forma maravillosa sintiéndose ella misma la propia "Dido" dejando de existir por amor. La revelación emocional de esta pieza tal vez no pueda ser comparada, tan igual que la potente soprano Jessye Norman que sorprendió al mundo interpretando la misma pieza. Es una tragedia hermosa que solo Purcell pudo concebir musicalmente. Sensibilidad a flor de piel. Existen artistas dentro de géneros contemporáneos que poseen definitivamente facilidad para despertar nuestras emociones, recomiendo el trabajo de Marcela Bovio, mexicana que reside en Holanda y de la gran Anneke van Giersbergen, entre muchas otras artistas sensibles y autónomas.


Anneke van Giersbergen, excelente artista
europea contemporánea.

El arte actual considera su naturaleza autónoma como primera instancia. Muchos temas son abordados y nos llevan a la reflexión, pero en muchos casos la temática preferida por los artistas, por ejemplo, es la distorsión del tema sexual, llegando en muchos casos a perpetuarse obsesivamente; en cambio, el arte impregnado de consciencia social es un trabajo planificado que, en su mayoría, tienen el objetivo de llamar la atención del público y de concientizar u ofrecer escenas humanizantes y reflexivas al espectador.

El arte busca la autonomía, pero también busca el desarrollo; porque debemos tomar en cuenta lo siguiente: de la misma manera que el individuo posee habilidades o una alta sensibilidad artística, si no se practican o perfeccionan estas se van a deteriorar o se perderán. Es necesario aprender y perfeccionarse dentro de un planeamiento consciente, que promocione nuestra sensibilidad moral. La sensibilidad es el primer componente que en interacción con el juicio (razonamiento), motivación, rasgos y conducta, y finalmente la reconfiguración de este proceso, que reafirmará o rechazará nuestro comportamiento, nos llevará a altos niveles o estadios del desarrollo moral.

Dentro de la psicoeducación del desarrollo moral que se profundiza en el texto impreso y electrónico, podemos considerar aquí un fragmento resumido, equivalente a la llamada producción de medios. Una técnica similar a un taller creativo para desarrollar nuestra capacidad creativa y nuestra imaginación. En este sentido se define su importancia, como lo cita en sus estudios «Günter Anders» y su visión fenomenológica sobre la necesidad de la imaginación para predecir las catástrofes producidas por el hombre. La creatividad y la imaginación nos permiten «descubrir» y esto es indispensable para desarrollar nuestras capacidades. Veamos pues nuestros niveles del plan creativo:

Nivel de preparación: Al igual que en un montaje, toma de fotografías, filmaciones o material audiovisual, podemos preparar nuestro contenido moral, es como una fase instrumental de preparación de materiales con algo de planificación y seguimiento de un proceso rutinario (casi técnico desde nuestras emociones), sobre historias, vidas reales, dramas actuales de distintas intensidades, de nuestro entorno, de nuestras experiencias personales, etc. A lo que somos sensibles a primera instancia o no, pero que correspondería serlo.

Nivel de producción: Es un nivel más creativo, luego de seleccionar elementos de la primera fase, aquí hay decisión sobre lo que vamos a desarrollar. Implica planificación porque hay un ordenamiento de actividades, similar al diseño de un periódico, un mural, un video, una pintura. Nuestras emociones respecto a la primera fase ya no solo son de identificación y selección, ahora vemos que hacer con ellas y planificamos. Como vemos, es un proceso equivalente a un trabajo con materiales concretos y abstractos, pero al hablar de situaciones necesitamos mucha creatividad e imaginación.

Nivel de concepción: Es la integración de los procesos de “nuestra producción moral” de forma sistemática, son llevados a objetivos superiores de aprendizaje que van a beneficiar colectivamente. Dentro del desarrollo moral este proceso que parte netamente de nuestra sensibilidad, nos conduce a desarrollar habilidades de forma clara y ordenada, porque lo que se busca, en definitiva, es la trascendencia de esta experiencia y aprendizaje, y de utilizar de una forma creativa las riquísimas situaciones, tan igual como las expresiones del arte.

Buscar el desarrollo de nuestra moral no es un trabajo fácil, pero las metodologías de índole psicoeducativo nos instan a aprender de forma creativa, convirtiéndose en un proceso estimulante y motivador, porque conduce al individuo a involucrarse significativamente. Despierta una percepción receptiva capaz de responder sensiblemente ante lo que sucede a nuestro alrededor, y nos dota con capacidades para crear y transformar.

Porque la sensibilidad moral no solo es una respuesta a estímulos, de situaciones, contextos y personas, es también una invocación a la curiosidad y búsqueda de lo inconcluso, de lo que es confuso, complejo o desorganizado, y nos hace buscar la identificación de estos fallos morales por medio de una síntesis. ¿Por qué, quién, cómo, cuándo, dónde…?, plantearnos cuestiones nos llevará a nuevas alternativas dentro de la diversidad, eligiendo las soluciones o en todo caso conductas más adecuadas, desechando las que nos son prometedoras para los demás y para el mismo individuo. Esta técnica nos puede ayudar mucho. El arte nos llevará a la reflexión, como espectador o creador, estimulará nuestra sensibilidad al exteriorizar emociones y expresar sentimientos sensibles a dramas reales, a escenas de la vida real, a imágenes de la vida diaria, y por consecuencia nos llevará al comportamiento esperado.


Luis Enrique Olaya Céspedes – Psicología del desarrollo moral.




lunes, 6 de junio de 2016

Sensibilidad moral y arte marginal

Sensibilidad moral y arte marginal

Dentro de los primeros capítulos del ensayo a publicar y que nos lleva a profundizar sobre uno de los componentes de la moral; la sensibilidad moral, consideré oportuno citar a un gran personaje dentro de la historia de la humanidad. Pero paradójicamente conocida solo en los medios del arte e interesados en las particularidades de la segunda guerra mundial. Se trata de Rose Valland.

Me encontraba de descanso con algunos textos en la mano cuando me percaté que en la TV transmitían una película trascendental. Era “El Tren” (1964) del director John Frankenheimer. Un film clásico bélico sobre la hazaña de un valeroso movimiento francés que se apresta a cumplir una tarea de tremenda importancia; la de detener un ferrocarril lleno de obras de arte que habían sido sustraídas de distintos museos, iglesias, galerías y mansiones del hermosamente extenso territorio francés por parte del ejército nazi desde 1940. La trama tiene sus características cinematográficas, ritmos y diálogos propios, y resultan en un desarrollo genial e inagotable de reflexiones. Este hecho histórico tiene como una de sus principales protagonistas a la historiadora y curadora de arte del museo Jeu de Paume; Rose Valland, que inspiraron el concepto y realización del film y que cristalinamente la trajo a mi memoria.

Rose Valland, luchadora desde su trinchera; el arte.

Esta curadora trabajó en el museo tomado por las fuerzas militares del Führer, que se había convertido en el depósito central de las obras expoliadas, lugar donde al mismo tiempo realizaba una tarea minuciosa, oculta e insigne, que consistía en recabar toda la información de las piezas artísticas que llegaban al edificio y en especial saber cuáles serían sus destinos. Su profunda sensibilidad y compromiso la lleva a entablar comunicación con mandos del ejército aliado y principalmente con el movimiento de liberación de su país, coordinando de esta manera el ataque al último tren en dirección a Alemania. No fue una tarea fácil desde el inicio, por cuanto los rebeldes no consideraban en poner en riesgos sus vidas por la recuperación de pinturas, de las que no entendían y menos apreciaban artísticamente. Mas la gran motivación fue la profunda sensibilidad a lo que representaban como parte de su gente, de su país e historia. 

Como podemos ver, la toma de decisiones de índole moral, más allá del temor al peligro, a las consecuencias fatales en caso de no lograr los objetivos, al compromiso profundo con su gente, con su pueblo, con su país, con la cultura y el arte, tuvieron un punto de partida.

Todo pensamiento, reflexión, toma de decisiones y acción o conducta en la que intervienen seres humanos y podamos considerar en este proceso su bienestar o en todo caso su perjuicio (justificado o no), pertenecen a los dominios de la moral. Las emociones cumplen un rol fundamental y están presentes en el origen de toda acción. Nuestras emociones son respuestas fisiológicas, biológicas y de estados psíquicos, necesarios para nuestra supervivencia, aprendizaje y principalmente adaptación como seres humanos. Definitivamente intrínsecos están ahí en constante gesta, en cada momento y situación de nuestras vidas. Y en la trayectoria de nuestra experiencia, estamos instados constantemente a aprender a gestionarlas para nuestro beneficio y el de los demás, porque “interactuará” estrechamente con los otros componentes llamados juicio, motivación, carácter y conducta. Y finalmente con un último proceso que rechazará o reafirmará emocional y cognitivamente lo realizado.

Mientras mejor eduquemos (sin reprimir) nuestras emociones, podremos tener un desenlace limpio y beneficioso exteriorizado finalmente por una conducta moral adecuada.

Una situación o circunstancia nos puede llevar a sentir diferentes emociones que nos pueden impulsar en dirección a ella o rechazarla. En conjunto las emociones se verán definidas como sentimientos. La sensibilidad moral nos presenta las situaciones donde las podemos apreciar activamente, y al ser una respuesta a estímulos nos admite en la situación emocionalmente y nos abre de esta manera al proceso.

Edvard Munch "El grito", considerado parte del "arte degenerado"

¿Qué temía Rose Valland más que el ser descubierta? Era una cantidad considerable de piezas de arte que se alejaban del estándar hasta ese entonces considerado alta belleza. El arte de Picasso, Franz Marc, Edvard Munch, Oskar Kokoschka, Marc Chagall, y muchos más, de las canteras del expresionismo, impresionismo, surrealismo o abstracto en efecto y sus variantes, eran fuente de su temor. Porque para el conocimiento y sensibilidad artística del Mariscal Hermann Göring y sus mandos, estas obras no eran ningún tipo de expresión artística, eran perversión del arte, era arte degenerado. Por consiguiente su destino era incierto por carecer de valor artístico para los autores de la expoliación, aunque ciertamente suculentos para su comercialización en el mercado negro.

Marc Chagall, como a muchos, desde muy pequeño me instó al estudio y práctica del arte.
Verdadero genio considerado parte del "arte enfermo" por los nazis.

Estas obras reflejan una sensibilidad artística más allá de lo que podemos considerar como real. No obstante miles de alemanes pudieron observar muchas de ellas en las muestras que dirigían los comprendidos del arte superior, las mostraban como ejemplo de la degeneración de la civilización, como un arte enfermo y decadente que serviría al mismo tiempo para reafirmar su superioridad. Obras abarrotadas, amontonadas sin ningún orden y cuidado, en muchos casos deterioradas y más aún ridiculizadas con mensajes como “obra de desquiciados”, “descomposición mental”, degradación del espíritu”. Obras proscritas de las cuales el Führer había ordenado limpiar de todos los museos y espacios culturales existentes bajo su control.

Actualmente, se conoce que una cantidad importante están aún desaparecidas, pero existe un ánimo de confianza de que serán ubicadas y revalidadas.

Mujer en azul - Kokoschka

Analizar el arte como tal a partir de nuestra expresión como condición psicológica nos tomaría un importante espacio en el post. Se ha tomado en cuenta en la idea original del ensayo, pero que definitivamente tendrá una publicación especial, muy cuidada y exclusiva, del que ya hemos empezado a trabajar también desde hace un tiempo atrás por ser uno de mis campos de estudio.

El arte “degenerado” llamado así por los nazis, no fue un elemento nuevo. Si bien ellos la justificaban como signo de degradación de la humanidad, su concepción parte desde muchos años atrás, como la búsqueda de un elemento “primitivo” de la expresión del ser humano. Como parte de una revolución artística completamente necesaria en el pensamiento estético e intelectual europeo de inicio del siglo XX, los artistas buscan impulsados por la necesidad de nuevos valores liberarse de lo tradicional. Responden sensiblemente a estímulos que generan esta búsqueda de cambios y a partir de estos espacios crean, y a partir también de este proceso conoceremos al “Art brut” llamado “Arte marginal”.

Pero muchos artistas consideran y más aún descubren que los trabajos revelados de las condiciones inmejorables de la expresión psicótica son en realidad una fuente inagotable de expresión, la crítica abre sus ojos a este tipo singular de arte. En 1911, el grupo expresionista Der Blaue Reiter realizó en Munich una de las primeras exposiciones donde se incluía trabajos de enfermos mentales, al igual que el catálogo de Max Ernst en 1919, donde además de pacientes psiquiátricos lo hacía con analfabetos. Innumerables muestras se realizaron a partir de estos trabajos y los hospitales psiquiátricos fueron indudablemente impulsores indirectos del desarrollo del campo, ampliando de esta manera importantes estudios sobre el arte en la aplicación de métodos y estrategias en las alteraciones mentales. Arte y ciencia de la mano.

Hoy la psicología posee herramientas muy factibles dentro del arte, que permiten mejorar los procesos psicoterapéuticos con beneficios plenos, individuales y grupales. La sensibilidad es uno de los elementos de su desarrollo, ya sea descubriendo procesos internos y de la misma manera externos que nos permitan bajo esta sensibilidad mejorar nuestra forma de ver la realidad, el mundo y nuestro desarrollo personal. En el texto impreso podemos encontrar ya desde la aplicación psiceducativa, importantes estrategias dirigidas al desarrollo de nuestra sensibilidad moral por ser imprescindible dentro de este complejo proceso del desarrollo moral.

Mikey Welsh, artista marginal, ex bajista de Weezer. Con alteraciones mentales,
dejó de existir en  el 2011, su vida caótica nos lleva a la reflexión.

Hablar del “Arte marginal” nos lleva a entendernos también como seres humanos, nos lleva a reflexionar lo que somos como parte de la sociedad. ¿Qué nos diferencia de los artistas marginales, llámese artistas que no poseen ningún tipo de formación académica respecto al arte; pintura, escultura, literatura, etc., y que a través de estos universos encontraron una forma de expresión que los hace importantes o los hace sentirse existentes en el mundo? ¿Cómo responden a estímulos y cuál es su nivel de sensibilidad respecto a los que sus sentidos recogen? Si es una sensibilidad profunda a lo que muchos de nosotros rechazamos, por cuanto la mayoría de sus exponentes ha vivido al margen de la sociedad y sus costumbres; ya sea en hospitales psiquiátricos, albergues, cárceles o la propia calle, nosotros necesitamos conocer esa parte “negativa” de la sociedad existente, y criticarla reflexivamente. Esta crítica nos hará sensibles a los problemas humanos, y nos hará gestionar nuestras emociones, por consiguiente en dirección a la elevación de sentimientos positivos dentro de nuestro difícil vivir. Es una “responsabilidad” ya que como hemos comprobado, podemos ser muy sensibles pero a la larga nuestro proceso de razonamiento respecto a esta sensibilidad puede concordar con lo que otras personas pueden dictar buscando su beneficio, y podemos llegar a justificar acciones tan deplorables como las vividas en la desastrosa II guerra mundial. Es entonces, nuevamente y para enfatizar, el desarrollo de la sensibilidad moral una “responsabilidad”.

Luis Enrique Olaya Céspedes.

Psicología del desarrollo moral.




jueves, 26 de mayo de 2016

Finalizando la evaluación familiar



Fue una semana intensa. El 20 de mayo desarrollamos en la I.E.P. “San Nicolás” de San Juan de Lurigancho, un tema más que interesante; “Cómo desarrollar la inteligencia emocional”. Y el día martes 24, fui invitado a realizar una charla taller sobre “Abordaje conductual” en el colegio “Sagrado Corazón en Valores” en el gran distrito de Villa María del Triunfo.

Son temas necesarios por la complejidad actual de nuestro contexto, en el que necesitamos conocer y desarrollar capacidades que nos permitan adaptarnos a estas realidades. Por suerte la convocatoria a estos eventos es muy buena, de tal manera que podemos llegar a muchas personas, y hacer un efecto resonante y en cadena.

Rumbo a Villa María, a realizar la charla taller
sobre "abordaje conductual"
Por otro lado hemos culminado también la evaluación de 147 niños y sus familias en el colegio “María Auxiliadora de la Esperanza” el sábado 21 del presente, concluyendo un proceso extraordinario que nos ha permitido conocer a fondo la situación sociemocional de los niños. Un proceso que nos llevó al análisis del clima familiar y su dinámica, junto a la evaluación de aspectos cognitivos, situación académica actual, emoción y respuestas conductuales.

Elementos que nos permitirán desarrollar estrategias y programas en beneficio de toda la familia escolar, facilitando las funciones que cumplen todos los involucrados en el proceso general.

Programas PSICOEDUCA y mi persona agradece la labor en equipo de sus colaboradores, que permite mediante técnicas transformadoras un trabajo con alto profesionalismo, por cuanto psicólogos de alta calidad son.

Pero la labor no solo implica el trabajo ya citado. El otro objetivo de esta tarea, y por la que justifico estos post, es la de poder contribuir con la formación y desarrollo de todos quienes pretendan iniciar cambios propios y de su entorno. La tecnología y las comunicaciones nos dan esta oportunidad. Por tanto considero pertinente poder entregar periódicamente segmentos adaptados de lo que fue el proyecto de investigación sobre desarrollo moral, que día a día fue fortaleciéndose hasta su utilidad con PROGRAMAS PSICOEDUCA. Si bien es cierto la aplicación de estos métodos están fundamentados científicamente, no pretendo ampliar el panorama solo del mundo académico. La idea es servir a todos en cuanto sea posible. No es entonces conveniente plasmar el resultado de las investigaciones por la complejidad de sus términos y fundamentos, pero sí la publicación general de estos resultados.

Esta publicación es un ensayo accesible que resulta ágil para el público en general a pesar de que el proceso fue arduo y costoso. Y lo sigue siendo, porque formular un nuevo planteamiento significa generar polémicas académicas (en todos los niveles, círculos y escuelas) y resulta incomprensiblemente atrevido para muchos de los que están dentro de estas murallas. Pero lo más importante es lograr que su aplicación sea completamente efectiva y todos podamos provechar su contenido.



No obstante ahí están los resultados y el objetivo inmediato es ese, llegar al público en general; ya desde este medio, ya desde el medio impreso o electrónico y por su puesto desde el trabajo de intervención psicopedagógica que realizamos paralelamente a nuestra labor clínica.

Entonces a partir del siguiente post, seguiremos con la comprensión de la moralidad humana desde nuestro análisis y planteamientos psicológicos posteando fragmentos del ensayo original, y las reflexiones teóricas aplicadas a nuestra realidad.


Luis Enrique Olaya Céspedes – Psicología del desarrollo moral.








jueves, 19 de mayo de 2016

¿Cómo desarrollar la Inteligencia Emocional?

¿Cómo desarrollar la Inteligencia Emocional?




Este viernes 20 de mayo, por encargo de la Editorial Escuela Activa, haremos una escuela taller sobre este tópico tan importante “inteligencia emocional”. Considerando que el contexto social donde se enmarca la familia, el entorno, el trabajo o centro educativo, está hoy debilitado por innumerables factores, quizá el más importante sea el socioemocional.

Por tanto, es imprescindible que el individuo como parte de la sociedad y responsable de familia, aprenda principios que le permitan conocerse y poder autogestionar sus emociones para el beneficio de su familia y el suyo propio.

Cada etapa del desarrollo implica una psicoeducación sobre estos procesos, desde la infancia, la adolescencia y la adultez. Veremos cuán importante es trabajar su autoconocimiento para desarrollar su autoestima, habilidades sociales, empatía y tros componentes. Y al mismo tiempo saber qué estrategias tomar en situaciones problemática o de conflicto, del que ninguna familia está exenta.

Psicoeduca y mi persona se ponen esta vez a disposición de I.E.P. “San Nicolas”, Editorial Escuela Activa; padres de familia y concurrencia en general.

Gracias.


Luis Enrique Olaya Céspedes – Psicología. Psicopedagogía y desarrollo moral.