martes, 10 de diciembre de 2019

Terminando el ciclo de charlas, talleres, ponencias y capacitaciones psicológicas

Terminamos el presente año con una serie de charlas, talleres y capacitaciones para docentes, padres de familia y público en general iniciadas el mes de abril. Me complace sobremanera haber interactuado con los asistentes en diferentes Instituciones educativas, y en especial con las familias. No fueron impedimento las grandes distancias que caracterizan a nuestra gran capital, obviamente algunas jornadas han sido agotadoras, pero igual de satisfactorias.

El desarrollo de los temas se orientó a problemáticas distintas, realidades y necesidades que se suscitan en el seno familiar; como también a la mejora en la actividad del docente, y esto último gracias a la editorial Escuela Activa.

El mes de diciembre se programaron dos ponencias, cerrando el año académico escolar, los temas fueron "conductas disruptivas en niños y adolescentes" y "la sobreprotección de los niños preescolares".



La familia, a ciencia cierta, se sitúa y define como una comunidad; pero no una sola, en realidad, sino en dos comunidades, una de pertenencia y otra educativa. Como lo explica Morandé y otros teóricos, es una comunidad de pertenencia porque aquí se desarrolla la identidad personal, se hace al individuo, se define su personalidad. En términos generales esta característica de comunidad de pertenencia influye en las variables que pueden ser positivas y/o negativas para el futuro adulto y su desenvolvimiento a lo largo de los años, y su paso por los diferentes estadios de su desarrollo. Esto gracias al fuerte vínculo que se genera por la interacción con los otros miembros, o sea gracias a los vínculos socioafectivos.




La siguiente característica es la de ser una comunidad educativa, porque sin duda forma a la persona mediante sus diferentes condiciones, prolongándose esta enseñanza, por lo general, durante toda la vida. Las carencias o facultades de los miembros influyen en este proceso de manera significativa. Así, pueden lograr potenciar su desarrollo o por el contrario perjudicarlo.

Muchos factores juegan un rol de importancia en el proceso y cada miembro es pieza fundamental de esta comunidad ya que cada uno posee rasgos de personalidad, esquemas cognitivos, creencias e ideales, nivel educativo, etc. Muchas familias en su dinámica particular articulan carencias que incluyen directamente en el desarrollo del niño.





Por ejemplo, la ausencia del padre es un índice estadístico muy alto que no solo describe la ausencia física, sino la ausencia psicológica; como también su presencia dañina, que caracteriza a las familias que sufren diferentes tipos de violencia. Obviamente hablamos de problemáticas en estructuras familiares tradicionales. Es necesario resaltar que los profundos cambios sociales que experimentamos y que han modificado incluso estas estructuras, no relegan a las familias tradicionales como máximas dominadoras del universo social. A continuación, algunas líneas sobre las funciones psicológicas del padre:

En una familia promedio el padre no solo cumple el rol o tarea de mantenimiento económico del hogar, rol que actualmente comparte con la madre. Podemos considerar oportuno funciones de tipo psicológico que son fundamentales y que son representativas, acaso exclusivas por su condición, como ser el primer modelo para sus hijos. Podemos priorizar, también, un rol protagónico y al mismo tiempo compartido por ser facilitador en esta comunidad, en esta comunidad de pertenencia, valga la redundancia. Y que no solo la configura hacia el grupo familiar, sino, también a la sociedad representada por diferentes contextos en el que los hijos se desenvuelven. Muchos autores incluyen dentro de las principales funciones psicológicas del padre al equilibrio emocional, y la que considero personalmente esencial, ya que el desarrollo de habilidades circunscritas dentro de la llamada inteligencia emocional ayuda eficazmente en el desarrollo social de los niños. Así, los rasgos de personalidad, que sin duda están constantemente presentes en el estilo de crianza que ejercemos día a día serán equilibrados; además, no se debe actuar influenciado por los estados de ánimo, sino por la razón. Tener una predisposición a la negociación, considerando desde luego las reglas y normas del hogar formuladas a partir de la objetividad y el razonamiento, por encima de caprichos o peor aún por ideas irracionales motivadas por el machismo o autoritarismo. Todo esto con el fin de alejarse de estilos de crianza sobreprotectores, dominantes o autoritarios.

Ser sensible también es una de las funciones del padre, si se es empático con los demás miembros de la familia es obvio que se visualizarán sus necesidades emocionales. La sensibilidad arremete directamente a las conductas autoritarias y a pensamientos que radicalizan irracionalmente nuestra tarea. Por tanto, es factible, no solo por los aspectos emocionales sino racionales. Aquí me refiero a la proactividad, porque esta nos permite analizar la situación, no solo adelantarnos a ella como tal, tratarla en tiempo real y utilizar esas circunstancias negativas para efectos positivos, como enseñanzas, cambios, mejoras, etc. El padre proactivo es una persona positiva, y ve incluso a la crisis como una oportunidad para fortalecer al grupo familiar.

Se incluye dentro de estas funciones ser modelador de las emociones de los hijos, que es diferente a la función de ser modelo, citada anteriormente. Está dirigida también a los sentimientos, y se fundamenta en la lectura emocional. Muchas veces los niños pequeños no son capaces de verbalizar sus emociones, a decir lo que sienten, a denominar sus estados emocionales, si esta función es considerada dentro de los estilos de crianza se podrá comprender vivamente las frustraciones, fracasos, y posibles problemas que el niño puede estar pasando en los diferentes grupos sociales en el que interactúa, por ejemplo, en problemas tan serios como el Bullying. No se puede obviar la práctica de la escucha activa dentro de esta función.

Finalmente podemos agregar la de ser buen esposo, en todo caso de pareja. Es complicado citar esta función por los cambios sufridos en la sociedad y que han sido radicales y abrumadores, y la familia funcional o no, ya no esta condicionada por su estructura. Como sabemos, los estudios sociológicos y psicológicos ven al respecto una dificultad especial porque se trata de la célula fundamental de la sociedad. Tal vez las familias más radicales y progresistas vean el resultado de sus decisiones a futuro, y las personas que no consideran ya la posibilidad de la interacción familiar de igual manera. Aún así, ubiquémonos en la necesidad psicológica del niño o niña de la figura paterna, y de la importancia de su interacción con él. Ser buen esposo significa ser buena pareja. Asumir responsablemente esta función con el objetivo de crear un clima familiar idóneo es una tarea fundamental, porque hará que las características de la familia como comunidad de pertenencia y de una comunidad educativa se logren positivamente. Factores como el respeto, la consideración, la comunicación, el buen trato, el afecto y muchos más entre la pareja son primordiales para un clima familiar positivo.







Este interesante resumen, dirigido a la responsabilidad del padre en la crianza y educación de los hijos, es parte del trabajo realizado con las familias y en realidad con el público en general. Obviamente, todos los temas se llevaron a cabo bajo distintas estrategias metodológicas, acorde a las necesidades del grupo receptor, y bajo la premisa de la participación, de tal manera que el aprendizaje se logró lúdica, dinámica y activamente. Aquí algunos temas que hemos desarrollado en distintas instituciones educativas y centros de formación desde el mes de abril a diciembre:

- La inteligencia emocional
- El juego en el aprendizaje
- Consecuencias de la violencia familiar
- La educación sexual de nuestros hijos
- Como desarrollar la atención y concentración en los niños
- Causas y consecuencias del Bullying
- El rendimiento escolar y el fomento de la lectura
- Como afecta la sobreprotección en el desarrollo de los niños
- La ludopatía y ciberadicción con un enfoque desde las neurociencias
- Problemas de aprendizaje
- Los adolescentes y su motivación vocacional
- Conductas disruptivas en el niño y el adolescente
- Desarrollo cognitivo y moral de los niños
- Funciones psicológicas de los padres y la familia disfuncional
- Hábitos de autonomía
- Los valores en la familia
- La motivación y el sistema de recompensa cerebral

entre otros temas.











Sin duda, hacen falta más que charlas, talleres, conferencias, libros y educación en general para asegurar el cambio generacional de nuestro desarrollo moral. Pero es importante dirigirnos a las familias. Los adultos y padres somos los responsables de ese anhelado cambio generacional del que considero no como un ideal, sino como una realidad que podemos lograr, porque somos formadores de quienes tendrán la posta en unos cuantos años, de los adultos del futuro. Nuestro compromiso se plasma, también, en los libros sobre estas problemáticas y sus estrategias de abordaje bajo la firma PSICOEDUCA.

Seguimos trabajando por la salud psicológica de la familia.

Luis Enrique Olaya Céspedes – Psicología del desarrollo moral.


lunes, 28 de mayo de 2018

Psicología del arte: La percepción y lo simbólico


Perún, importante dios de la mitología eslava, dios del Panteón, del rayo, del trueno, como también de la guerra y del fuego.


Una muestra gratificante de la amplitud de la psicología es el estudio que se dirige a las manifestaciones artísticas. El presente fragmento pertenece a la introducción de un ensayo sobre «Psicología del arte marginal» que redacté como virtual coartada para el tema del desarrollo moral. Me es grato argumentar sobre el proceso creativo del artista y la apreciación del espectador. No he incluido aquí los complejos proceso cerebrales con el fin de facilitar la fluidez de su lectura, y, obviamente, abordar a "la creatividad" nos alejaría del objetivo. Sin más, posteo parte de lo referido a lo Antropológico-Filosófico circunscrito en la referida introducción.

«El arte es un regalo de emociones que nuestra sensibilidad nos permite experimentar». Estas palabras hacen referencia a aquello que sucede cuando nuestros sentidos descubren y recogen la información que se procesa dentro de un sistema complejo. También, cuando nuestra memoria emocional trabaja, evocando abstracciones o experiencias vividas. Ambas nos llevarán a experimentar reacciones o manifestaciones fisiológicas, muchas veces sin advertirlas.

Resulta elevado para muchos con el arte, porque los estímulos que generan estas respuestas exaltan lo «simbólico» de una manera particular. Las formas, trazos, contrastes o matices de una pintura pueden concebir una grata experiencia. De igual manera las notas, sonidos, melodías o movimientos de una pieza musical. En general, los variados elementos que componen los objetos de arte o su conjunto pueden despertar nuestras emociones.

¿Por qué somos sensibles a estos estímulos? Por la percepción. Interpretamos los estímulos que hemos recibido a través de los sentidos, construyendo una realidad respecto a ella. Son muy diversos los sentidos involucrados con la percepción: visual, espacial, auditiva, olfativa, táctil, del equilibrio, de la forma, del tiempo, inclusive del dolor y otros. Los sentidos suelen trabajar simultáneamente.

Se selecciona y organiza la información que está ligada a las experiencias previas y significativas del sujeto frente al estímulo. Tal vez llamen nuestra atención por su belleza o características estéticas, o contengan una historia de vida con elementos significativos que van más allá de las emociones y surjan sentimientos gracias a la interacción emoción - pensamiento racional. Así, nos identificamos, conmovemos, apasionamos, sucumbimos o solo nos estaremos atraídos por ella. Más aún, si tenemos este llamado «sentido estético», ardorosamente cuestionable hoy en virtud de una realidad más que diversificada.

Sobre lo simbólico; casi la mayoría de estudios sobre el arte se dirigen inicialmente al rupestre, y es de suponer, porque se aprecian claramente indicadores básicos que, inclusive, se mantienen hoy. Leroi-Gourhan, introdujo el método científico en el estudio del arte rupestre, afirmando que son claramente visibles las interpretaciones binarias o asociaciones femenina-masculina en muchas de las pinturas u objetos descubiertos. El primer elemento de esta asociación, la mujer, ocupa un lugar preponderante; nos hace suponer que representa a quien señaló el camino que siguió nuestra civilización hasta lo que somos actualmente, y lo demuestran las estatuillas llamadas venus paleolíticas. Además, la tosquedad y ordinariez de los miembros de aquellos grupos difieren sobremanera de estas piezas llenas de delicadeza y oficio, y nos llenan de interrogantes. ¿Lo estético estaba relacionado con lo funcional de las piezas o representaciones gráficas? ¿Es posible hablar de la búsqueda de lo estético en estos estadios? Respecto a lo simbólico, ¿Si la representación simbólica del arte tiene un desarrollo superior en relación al realismo, cómo debemos considerar la representación simbólica del arte rupestre?


Leroi-Gourhan supone la representación femenina-masculina en las piezas paleolíticas. La figura de la mujer se maximiza dentro de las expresiones artísticas primarias.


Ya hemos citado a Ernst Cassirer, quien nos plantea uno de los más importantes panoramas cuando nos instó a comprender al ser humano como un animal simbólico: creador de un universo simbólico. El arte, como él dice, es una forma simbólica, una forma de configurar el mundo y organizar la experiencia. Esta ordena la percepción de las apariencias que se pueden ver, oír y tocar; similar a como la ciencia ordena los pensamientos y la moral las acciones. Para Cassirer, el arte es un lenguaje que atiende las formas de las cosas. La percepción estética comparada al de la ordinaria, pertenece a un orden más elaborado, como resultado no se reproducen impresiones sino que se crean formas sensibles, no abstractas.

El arte es un tipo de lenguaje que utiliza símbolos intuitivos. Esta actividad no indaga las cualidades o las causas como lo hace la ciencia; el arte ofrece la intuición de sus formas. El artista es un descubridor, no un repetidor, modifica y limpia la realidad, y estimula estéticamente a quien contempla su obra.

La creación de símbolos, para este importante pensador nacido en Breslavia, Polonia, es exclusiva del ser humano, quien transforma un contenido individual que representa algo universal para el entendimiento. Toda forma simbólica (la ciencia, el arte, el lenguaje, la religión, el mito) tienen un significado que brota del interior hacia el exterior.

La psicología reafirma el pensamiento de Cassirer respecto a la percepción y la creación intuitiva. No obstante, la importancia de su pensamiento, debemos entender que no es este universo simbólico un mundo ficticio, no lo es; en todo caso, reconozcamos la presencia de elementos del mundo, que existen antes de ser cultura y las configuran como tal. En todo caso, nos compete reflexionar al respecto de las ideas del estudioso, desaparecido en 1945, según nuestra actualidad.

Además, en este universo simbólico el hombre interpreta el símbolo anteponiendo sus prejuicios… aquí el problema.

El arte está lleno de subjetividad. El artista puede ser místico, evidenciar que es vidente o tener cualquier otra condición imaginaria, o estar apartado de la realidad. Puede estar fuera de los cánones sociales, violar las leyes o cometer excesos que dañen su integridad o la de los demás. Incluso, ser un académico autoexigente, racional, dogmático, o pertenecer a la élite intelectual de una sociedad culta. Sea cual fuere su condición y pensamiento, aquel justificará la ejecución de su producción creativa. Entonces, ¿existe arte o artista? El contexto y en definitiva la sociedad determinarán, finalmente, el reconocimiento del artista y su producción.

De ahí que, el arte resulte complejo de entender cuando no se comprenden los elementos que componen este universo simbólico llamado cultura. No olvidemos que la actividad creativa se convierte también en un elemento indispensable de cambio cultural. El artista tiene la capacidad creativa para abordar estos elementos desde su sensibilidad emocional, razonando que hacer con esta realidad, y motivándose a actuar bajo su característica personal, mejor dicho, desde su personalidad. Comprender nuestro universo simbólico y en especial el arte, implica reconocer la diversidad que está frente a nuestros ojos.



El arte nos acompaña desde nuestros orígenes, como expresión emocional, funcional y como elemento cultural de las sociedades. El arte reafirma culturalmente.


Luis Enrique Olaya Céspedes

Psicología del desarrollo moral



lunes, 5 de febrero de 2018

Madurez moral




«La esclavitud más denigrante es la de ser esclavo de uno mismo». Séneca, el gran filósofo, político, poeta, escritor, reconocido como el tutor de Nerón. El gran estoico llevó al emperador en los cinco años iniciales de su imperio por el camino de sus ideales; pero, pasado ese tiempo, se abre al mundo el nefasto personaje, poseedor de grandes alteraciones psicológicas, que haría de la perversión su herramienta cotidiana. Las enseñanzas de Séneca no fueron suficientes. Finalmente, se suicidó, cortándose las venas o asfixiándose con vapor, escapando definitivamente del alterado mental.


Recuerdo que en el internado de psicología, en el Hospital San Bartolomé, hice una exposición respecto al razonamiento moral para los doctores e integrantes del servicio, sin abordar más de lo que implica el amplio conocimiento de la psicología del desarrollo moral. Fue una exposición objetiva, ya que era parte del equipo que abordaba a las gestantes adolescentes y eran necesarias muchas propuestas de aplicación y de análisis por ser una problemática diaria. Uno de los doctores, de amplia experiencia y quizá el más académico de todos, y que además profesaba ideales cristianos, hizo un comentario inmediatamente después de mi presentación y de las formales felicitaciones del resto de asistentes: dijo que todo era interesante, pero que no dejaba de ser un tema filosófico. Su expresión me hizo reflexionar. Es cierto, también es filosofía, porque es conocimiento y posee una estructura como tal, mas la expresión «no dejaba de ser» sí que me preocupó: el Doc no conocía a Lawrence Kohlberg y su trabajo; o tal vez sí, pero muy superficialmente, no lo culpo, justificándolo por la amplitud de aspectos que competen a la psicología. No obstante, también habían en la sala psicólogos que sí estaban al tanto, e inclusive uno de ellos, especializado en neuropsicología, me pidió que por favor explique un poco sobre el proceso transitorio entre Piaget y su entonces discípulo Kohlberg y por qué este, Piaget, no había continuado lo que el americano sí llevó hasta lo que conocemos hoy. Situación que sirvió como excusa para ampliar al respecto.

Luego de aquello, me dediqué aún más al estudio del desarrollo moral, no solo en lo clínico, sino en lo social y principalmente en el campo psicoeducativo, siguiendo el trabajo de investigadores prodigiosos como Turiel, Nucci, Rest, Berkowitz, Damasio… etc., que buscan constantemente el conocimiento pleno del ser humano en este aspecto.

El abordaje sobre la moral no es un tema aislado, tampoco se debe tomar como una temática de complejidad exacerbada, como lo hacemos en nuestras escuelas psicológicas. Lo sé, por mi recinto cognitivo en la TREC (Terapia Racional Emotiva Conductual) y en el fundamento de Viktor Frankl desde el Análisis Existencial, la Logoterapia. Es primordial el conocimiento del desarrollo moral como parte del desarrollo evolutivo, desde la psicología del desarrollo, para luego integrar este conocimiento a la escuela profesional a la que se pertenece y no al revés. La otra dificultad radica en que no se puede realizar un abordaje en todos los niveles, excepto, con una labor psicoeducativa y valiéndose de todos los medios posibles. El diseño de programas es uno de ellos; donde se incluyen una variedad de métodos, estrategias, técnicas y actividades aplicativas que demuestran ser muy efectivas en la intervención de diferentes problemas individuales o de grupos grandes; como en centros educativos, donde se utilizan eficazmente, aplicando, en primer lugar, instrumentos de diagnóstico pertinentes.

Bajo esta perspectiva, y gracias a mi labor independiente y como parte de una Institución que se desenvuelve en el campo educativo, la que me facilita la visita a colegios en diferentes distritos y niveles socioeconómicos, haya concebido una colección dirigida a padres de familia, cuidadores y formadores de niños y adolescentes. Una serie que consta de 12 fascículos bastante accesibles, desarrollados con un lenguaje claro y preciso que materializa las herramientas utilizadas en estas charlas y escuelas. Sin duda es un aporte formidable que pronto se podrá aprovechar gracias a PROGRAMAS PSICOEDUCA.

El libro, Psicología del Desarrollo Moral, trabajo del que estoy inmerso ahora, a diferencia de los fascículos, posee fundamentos e investigaciones que la ubicarán como material imprescindible de consulta. La explicación de cada componente que interviene en el proceso moral, del que he escrito ya en varias oportunidades en este blog: sensibilidad, razonamiento o juicio, motivación, conducta y finalmente el constructo moral, se han desarrollado ampliamente. Sin embargo, no está redactado con terminología académica incomprensible, y las neurociencias, las ciencias sociales y humanidades enriquecen gratamente el contenido. Todo público podrá hacer uso de él, principalmente del apartado sobre programas de aplicación en la última sección que la constituye.

Por cierto, en la unidad dos incluyo una investigación sobre «madurez moral», que busca claramente hacer una diferencia entre la creencia común de la moral que tienen las personas y que están más dirigidas al carácter y virtudes; y el fundamento académico que la mayoría no entiende. Adelanto una pequeñísima parte del contenido, convencido de que la información que usted lee le será tremendamente útil, al margen de si es autodidacta o un profesional conocedor de la psicología o pedagogía, diferente, claro, al Doc de mi importante hospital. Veamos, entonces los siguientes párrafos del libro:

Resulta de suma importancia resaltar la investigación de Walker y Pitts (1998) sobre las concepciones espontáneas o ingenuas de la madurez moral. Esta se enfocó en personas que buscaban un bienestar común para todos, o sea, que estaban involucradas en actividades de índole moral. El interés residía en encontrar nociones correspondientes a la excelencia moral y a la madurez moral de estas personas. Lo interesante es que se basa en dos criterios que deben complementarse:

(1).

Las teorías explícitas, comprendidas por las teorías ya conocidas de cómo funciona y es la moral desde perspectivas basadas principalmente en la filosofía.

(2).


Las teorías implícitas, que son las conjeturas que la gente de a pie tiene sobre el funcionamiento moral.


La importancia de las teorías implícitas (1) radica en la influencia que ejercen en el pensamiento moral de las personas, en las emociones que subyacen y en lo que se realiza diariamente; o sea, en lo que se vive a diario. En esta vivencia común y corriente, la madurez moral no está dirigida exclusivamente por el «razonamiento» de las situaciones, sino por el carácter moral o las virtudes de la persona.

Ahora, es común pensar que se debería tener una consistencia visible entre el juicio, es decir, el razonamiento y lo que se realiza moralmente; los investigadores la llamaron «integridad». La literatura sobre la moral no hace más referencias al respecto, quizás se ha incluido dentro del estudio de los valores y de la ética, pero no se ha analizado profundamente desde la psicología. Esta necesidad me lleva a desarrollarla en la sección correspondiente al carácter y conducta moral y en la aplicación del programa respectivo.

Del estudio de Walker y Pitts (1998), resulta una serie de atributos que las personas consideran definen a alguien moralmente maduro, las ordenaron de tal manera que arrojaron seis dimensiones interesantes a tomar en cuenta, las cuales reproduzco tal como lo puntualizan en su investigación:

1) persona con principios-idealista

2) fiable-leal

3) con integridad

4) caritativa-digna de confianza

5) justa (imparcial)

6) segura de sí misma

El objetivo de determinar estas características del funcionamiento moral fue la de concebir un modelo que permita la comprensión simple de su funcionamiento, priorizando en las concepciones espontáneas o ingenuas de la madurez moral y determinando los atributos que las definen. Nos acerca mucho a nuestra vivencia diaria, a lo que experimentamos en nuestra interacción constante con los demás. Un proceso simple que se convierte en algo complejo cuando se lleva a la teoría, por esta razón es tan indiferente o distante para todos.

Interesante ¿no? Los atributos que se formularon nos ayudan mucho a identificar lo que todos, en el plano común, tomamos en cuenta al hablar de alguien que realiza acciones morales, o mejor dicho es moralmente maduro. Al mismo tiempo es fundamental porque nos permite tomar como modelo a este individuo con facilidad; y, obviamente, para desarrollar estrategias que apunten al desarrollo moral si estamos dedicados a la formación de niños, adolescentes y adultos.


Luis Enrique Olaya Céspedes.




miércoles, 24 de enero de 2018

El análisis existencial para el desarrollo moral de la familia.



El hombre en busca de sentido. El Psiquiatra austriaco logró sobrevivir convencido de que tenía una misión importante, fundamentando luego que todos tenemos una.

El trabajo del neurólogo y psiquiatra austriaco Viktor Frankl, es uno de los más importantes paradigmas interesados en la profundidad del pensamiento humano. Parte de un fundamento filosófico antropológico en cuanto el hombre así lo exige. Los que han tenido la oportunidad de conocer su obra escrita reconocen de inmediato el valor de los principios que se esmera en profesar; Frankl se centra en la existencia, con la certeza de que todo individuo puede encontrar un fin, una razón para vivir, a pesar de estar inmerso en condiciones infrahumanas.

Como no hacerlo, si vivió en carne propia la barbarie político-militar de la II Guerra Mundial morando en el lugar menos privilegiado de una estructura social-artificial inhumana; donde fue arrojado a barracas o corrales; alimentado con pan y caldos cuando las circunstancias eran favorables; usando ropa y calzado inservibles para protegerse del frío; y conviviendo con enfermedades que se disputaban las listas de desdichados elegidos para las duchas de gas.

Cuantos han vivido situaciones penosas, quizá traumáticas, que han marcado su forma de pensar y de actuar, llevando a sugerir que la vida no tiene ningún sentido porque está llena de dolor y sufrimiento. A pesar de esta realidad, muchos han podido superar esta percepción de su existencia logrando desechar condiciones insanas de forma absoluta. Actualmente tenemos herramientas psicológicas con las que podemos revertir estados críticos, mejorando notablemente y permitiéndonos seguir en el camino de vida. La escuela fundada por Viktor Frankl, «La Logoterapia», a partir del llamado «Análisis Existencial», ha aportado sobremanera en el trabajo psicológico actual dirigido a esta problemática. Es necesario citar que a diferencia de la escuela freudiana, donde el impulso prima y supone la existencia de una «voluntad de placer», y la «voluntad de poder» fundamentada por el excepcional Adler; Frankl defendió la «voluntad de sentido» como principio de su teoría.

Hoy, gracias a los avances respecto al estudio psicológico del hombre, podemos determinar procesos más allá de algo llamado “voluntad”; o mejor dicho, elementos y procesos objetivos y concretos que llevarían a prescindir de este término. No es mi intención hacer una crítica respecto a lo que es «voluntad»; sería mejor dejarlo en el campo filosófico o pedagógico por resultar prácticamente impreciso dentro de la objetividad en psicología; sin embargo, ya que el trabajo de Frankl oscila entre la psicología y la filosofía y es pieza clave en su fundamento, entonces, sí debemos tomarla en cuenta.

¿A que se refiere con voluntad de sentido? El análisis existencial vislumbra al ser humano interactuando en tres niveles: físico, psíquico y noético; que al mismo tiempo es una sola unidad. Este último, parte en realidad de un término alemán que no tiene una traducción precisa. La palabra noética utilizada sería el nivel «espiritual» del ser humano. En su libro El hombre en busca de sentido, donde narra las experiencias en diferentes campos de concentración, nos da cuenta de una fuerza que lo lleva a sobrevivir, donde incluye al amor y la visión de un fin a llevar a cabo más allá de su condición de prisionero. A pesar de toda la desdicha vivida, y a pesar de haber perdido a su esposa y a sus padres en estos campos nefastos, encontró una fuerza que lo aferró a la vida. Para Frankl esta voluntad de sentido está presente en todo ser humano y nuestro trabajo es encontrar este motivo, el motivo de nuestra existencia. Su visión humanista es realmente conmovedora y motivadora.

Actualmente la escuela de Viktor Frankl ha sido enriquecida con aportes que permiten su aplicación en distintos ámbitos y necesidades. Pueden informarse al respecto en sus páginas oficiales, o participar de sus cursos y formación que imparten alrededor del mundo. El análisis existencial es muy valioso al elaborar estrategias, no solo en el campo psicoterapéutico, sino en el psicoeducativo, específicamente en el campo del desarrollo moral.


¿Qué hacer cuando es inevitable el sufrimiento? ¿Es posible que encontremos una fuente de sentido aquí cuando psicológicamente se han anulado los recursos? No debemos justificar el sufrimiento de nadie, por ningún motivo; e Ignorar o ser indiferentes al sufrimiento de otros seres humanos nos hace cómplices, en el plano moral, del agresor.


La familia, como eje fundamental de la sociedad, ha soportado el peso del cambio social a lo largo del tiempo, y quizá haya permanecido en pie, pero, sin duda, su estructura necesita ser fortificada, especialmente en el aspecto moral. Los padres necesitan de información para su desarrollo personal y pautas de crianza perdurables para sus hijos. Los principios de Viktor Frankl están a disposición para esta tarea.

Anoto brevemente algunos principios basados en el abecedario para la educación desde la Logoterapia, adaptado y dirigido al desarrollo del dominio moral de la familia:

A.

En principio, la perspectiva humanista que desarrolla el análisis existencial coincide, obviamente, con otras escuelas donde el potencial del individuo determina su desarrollo. Entonces, no debe verse a nadie como enfermo o escaso (menos a nosotros mismos), sino con posibilidades de ser íntegro y moral; porque negarlo llevaría a sobreprotegerlo o a justificar sus actos ocasionando que no se responsabilice de las consecuencias.

B.

El hombre tiene la facultad de ser. Podemos decir que es posible ubicarnos en el más alto estadio del desarrollo moral, porque puedo llegar a ser, dejando lo que soy ahora, este «ya no soy» quedará en el pasado a partir de este momento.

C.

Creemos lo que somos consolidándolo con autodeterminaciones. Al decirnos «así soy yo», «siempre seré lo que soy», «así es mi vida y tengo que aceptarla»,… anulamos nuestra libertad como seres humanos. Y si lo hacemos con lo demás, anulamos también su libertad.

D.

Educamos para que sean responsables. En especial los adolescentes deben de asumir las consecuencias luego de los actos, más aún que solo decir la verdad.

E.

Reforcemos nuestras habilidades, no las descuidemos. Es importante no dañar la autoestima, por lo tanto descartemos el tratar de desarrollar habilidades recurriendo a retos (como muchas veces lo hacemos con nuestros hijos), porque su desarrollo comprende un proceso acorde a su personalidad y otras características. Tenemos que respetarlas.

F.

El mundo no es el que queremos para nosotros, y menos para nuestros hijos. Debemos tener en cuenta la siguiente cuestión: ¿Criamos personas para que se adapten a la sociedad o criamos personas que cambien el mundo e ir en contra de lo establecido? La idea es crear siempre un ambiente de reflexión que le permita desarrollar sus propias ideas; una vida propia para el futuro pero armoniosa y respetuosa de la diversidad.

G.

Cada persona es una personalidad, y el niño y adolescente una en desarrollo. Cuidemos su salud íntegra para un fin, que se llene de energía para que encuentre su esencia y sentido. Que se llene de salud para existir.

H.

Buscar los contenidos significativos de todo lo que nos pasa y les pasa a nuestros hijos, a nuestra familia. Aprendamos y enseñemos a reflexionar, porque hay muchas posibilidades de aprendizaje.

I.

Aprendamos a ser tolerantes respecto a nuestras frustraciones, no podemos tener todo lo que queremos, y enseñemos a nuestros hijos que no son los dueños del mundo.

J.

La formación, los valores de casa, y las tradiciones son importantes para todos los miembros, para la unión y para nuestra identidad como familia. No obstante se debe ir descartando todo costumbre que perjudique y dañe a los miembros.

K.

Las normas escolares y las de los diferentes grupos sociales son importantes para la formación de nuestros hijos y es imprescindible que ayudemos a todos los miembros en la integración de ellas.

L.

No olvidemos el cuidado y el respeto del medio ambiente. Tiene mucho que ver con la equidad generacional; debemos de tratar de dejar un mundo mejor para las próximas generaciones.

M.

Educarnos y educar sobre los beneficios y peligros de los medios de comunicación, del internet, de la publicidad, del mecanismo consumista; ya que es posible que surja dependencia y a la vez frustración.

N.

La globalización e información ataca directamente a lo tradicional, a la perdida de la identidad, a la pérdida de las tradiciones que por siglos forjaron nuestros antepasados, nos equivocamos al tratar de imitar culturas ajenas. Es recomendable, en todo caso, ir buscando, naturalmente, lo que deseamos sin perder nuestra identidad.

O.

Fomentar nuestro desarrollo y el de nuestros hijos, descartando las drogas, el alcohol y otras sustancias. Debemos ser nosotros mismos y nuestra estructura psicofisiológica sin otro estímulo que el de la motivación.

P.

Construyamos una conciencia crítica, es lo que nos mantendrá libres de otros criterios de acondicionamiento, como el placer y poder.

Q.

El desarrollo de la voluntad de sentido, sentido de vida (base fundamental de Frankl). A partir de allí se añade lo que compete al placer y al poder. No al revés.

R.

El tiempo objetivo es el del reloj, este pasa; el tiempo subjetivo es el de la vivencia, que es eterno, metafóricamente hablado. Elige el tiempo donde desees vivir aun sabiendo que la vida es una sola.

S.

No se busca el sufrimiento, pero cuando es inevitable debemos estar preparados para aprender de él y no ser víctimas. Aquí podemos encontrar la fuente más alta de sentido de vida, pero no se debe sufrir para hallar sentido en la vida. Ni tampoco obsesionarse en tratar de evitarlo.

T.

El altruismo y la autotrascendencia es fundamental. Quiere decir que salgamos a buscar, que vayamos al encuentro con el otro, para aprender y sensibilizarnos.

U.

Desarrollar valores. No obstante, no se pueden aprender de forma racional, o estudiándolos, sino viviéndolos, experimentándolos, practicándolos. Recordemos que la gran mayoría de los valores impuestos se manejan bajo muchos prejuicios.

V.

Modelemos los valores, demos el ejemplo a nuestros hijos. En la escuela y en la casa tratemos de practicar la democracia.

W.

Vivimos en una sociedad creyente de Dios por tanto los niños deben estar inmersos en ideales positivos que posibiliten su desarrollo moral evolutivo y puedan enfrentar sus dificultades, y la creencia en Dios es uno de ellos. Más adelante tendrán la posibilidad y libertad de elección.

X.

Los desvalores y sinsentidos es parte de nuestra vida cotidiana adulta. Cuidemos de no contagiar posiciones negativas propias de esta realidad adulta a los niños.

Y.

La vida es sentido. Aprender a pensar y decir: Sí a la vida… a pesar de esto o aquello. La vida no puede carecer de sentido, la vida es sentido.

Z.

En el mundo de actitud, o sea, de nuestras capacidades, habilidades, características, formas de afrontar etc, de cómo tomemos la vida, cada uno será, y también nuestros hijos, escritor y protagonista de su propia historia.


Giovanni Battista Torriglia (1858 – 1937), representó vivamente escenas de familias campesinas italianas. Las imágenes acogedoras y de gran afectuosidad son representaciones de un estilo familiar particular. ¿Es posible representar esta imagen hoy?

El análisis existencial, quizá no tenga la amplitud pública que poseen otras escuelas dentro de la psicología, no obstante su riqueza para el abordaje es indiscutible, porque nos apresta a descubrir ese tan preciado motivo o fin que necesitamos para nuestra existencia. Sin duda, la carencia de este sentido nos lleva al fracaso humano, no podríamos descartar elementos que interrumpen o arruinan la convivencia sana con nuestro entorno. Y es lo que sucede, por eso existe la explotación, el trato deshumanizado justificado por objetivos materiales, la delincuencia,…; y principalmente, dentro del núcleo familiar: la violencia, el abandono, la negligencia, etc. Porque la falta de voluntad de sentido, y más, el aferrarse al poder y al placer, oscurece la adherencia de sus miembros, priva al seno doméstico de todo lo necesario para su bienestar, cuidado y desarrollo.

Los principios del análisis existencial y la Logoterapia de Viktor Frankl, aplicado al trabajo psicoeducativo familiar, posibilita a alumnos, padres de familia y docentes a actuar bajo una perspectiva distinta, llevándolos más allá de la funcionalidad de sus labores; además, los compromete con ideales de moralidad que fluyen naturalmente del individuo a la familia y de la familia a la sociedad. Nosotros la incluimos convenientemente en nuestras charlas, escuelas de padres e intervenciones psicoeductivas. Aprovechemos herramientas como esta para hacer de nuestra familia un árbol fuerte, de raíces sólidas y con abundantes frutos. Puede usted aprovechar estos principios básicos.


Luis Enrique Olaya Céspedes – Psicología del desarrollo de la moral.


Fuentes:
  • El Abecedario de la Logoterapia para la educación. Página oficial Logoterapia para américa latina.
  • El hombre en busca de sentido - Viktor Frankl.
  • Psicología del desarrollo moral - Material para escuela de padres de Programas Psicoeduca.
  • De Freud a Frankl: El nacimiento de la Logoterapia - Eugenio Fizzotti.